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Apasionada y Ferviente Perseverancia en la Oración

12360388_1071089056287534_5926273413125590426_n“La oración ha de estar revestida con fervor, fuerza, y poder. Es la fuerza que, centrada en Dios, determina la cantidad de Él que se dará para el bien sobre la tierra. Los hombres que son fervientes de espíritu están dedicados a obtener justicia, verdad, gracia, y toda otra gracia sublime y poderosa que adornan el carácter del autentico e incuestionable hijo de Dios.”

¿Estás perseverando apasionada y fervientemente en buscar a Dios en la oración?  ¿Eres como Jacob que dijo ‘no te soltaré hasta que me bendigas’? A Dios le gusta cuando luchamos con Él en oración porque es una actividad apasionada. Hagamos de la ferviente perseverancia en buscar a Dios en oración nuestra primera prioridad, nuestro total enfoque y nuestra máxima meta. Si esto está en orden, todo lo demás cae en su sitio. Es increíble el cómo la perseverancia ferviente y apasionada en la oración pone todo lo demás en su sitio en nuestras vidas.  El caos se convierte en paz, la confusión en descanso y la desesperación en gozo.

 Ha habido personas que me han preguntado, “¿Dios contesta de verdad las oraciones?”

Hace años, estando en las misiones, un misionero me dijo que realmente no querían orar porque no creían que Dios contestase oraciones. Este individuo no veía las respuestas a las oraciones que estaba esperando porque paraba demasiado pronto.

Quiero asegurarte hoy que Dios sí contesta oraciones si no nos rendimos y si somos apasionados y fervientes en perseguirle a Él en la intercesión. Dios espera para ver lo determinado que estamos en la fe. Él espera para ver si no le vamos a soltar a no ser que nos bendiga. Él anda buscando fervor y perseverancia, una determinación que continúa en fe contra todo prognostico. Él busca a aquellos que son apasionados acerca de Él y aprenden a confiar en Él a pesar de como estén las cosas en el ámbito natural.

Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón: Dios es nuestro amparo(Salmos 62:8).

¿Que significa ser ferviente en la oración?

E. M. Bounds dice, “El fervor es el alma de la oración.” El diccionario Websters dice que fervor quiere decir ‘Ser caliente, hervir, brillar, excitado, empecinado, animado’. Fervientemente significa ‘con ahínco, con celo’. Dios busca ferviente determinación en nuestras oraciones. Él quiere que estemos encendidos en nuestras oraciones. La oración ferviente puede no siempre ser emocional. Hay momentos de intensidad en silencio y de una pasión interna. Hay momentos en los que oramos en quietud pero con fe que no se doblega. Pero sea que la oración ferviente sea con o sin emociones externas, es apasionada y espera una respuesta de Dios.

Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová (Salmo 119:145).

Como muchos de vosotros, yo también estoy esperando poderosas contestaciones a grandes peticiones. Éstas son especialmente acerca de un movimiento mundial de oración. Sé en mi corazón que Dios contesta oraciones cuando no nos rendimos. Incluso en mi reciente batalla contra el cáncer, yo sabía en mi corazón que Dios saldría adelante por mí.

Así que continúo perseverando en mis peticiones. He determinado en mi corazón que no voy a soltar hasta que Dios me bendiga. Te animo a que hagas lo mismo. Dios busca carácter. Él también está buscando a aquellos que le pedirán cosas grandes para Su gloria porque Él es un Dios grande. Así que asegúrate que le hagas peticiones a tamaño de Dios.

El apóstol Pablo no tenía miedo de pedirle cosas grandes a Dios porque él sabía que Dios era capaz de contestarle en su momento.

“Pablo era un notable ejemplo de un hombre que poseía un espíritu ferviente de oración. Sus peticiones eran consumidoras. Se centraba inamovible sobre el objetivo de su deseo y después Dios era capaz de concedérselo.”

¿Porqué ser apasionado y perseverar fervientemente en oración?

“Las oraciones deben estar al rojo vivo. Es la oración ferviente que es efectiva y aprovechable. La frialdad del espíritu estorba la oración. Hace falta fuego para lanzar las oraciones. Una alma cálida crea la atmósfera favorable para la oración porque es proclive al fervor. La oración asciende al cielo con el fuego..” Citas sin nombrar por E. M. Bounds

  • Dios contesta las oraciones fervientes – La oración ferviente es especifica y con una meta clara. A Dios le encanta contestar este tipo de oraciones.“La oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho”
    (Santiago 5:16).
  • Dios está aumentando tu fe y traerá recompensa – Hace falta tener fe para estar orando a veces durante años esperando respuestas a nuestras oraciones. Hemos de creer que Él contestará y que Él es galardonador de aquellos que lo buscan diligentemente.Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan(Hebreos 11:6).
  • Dios te está preparando para la respuesta – La mayoría de nosotros no estamos realmente preparados para la respuesta a algunas de nuestras peticiones, especialmente con respecto a nuestro destino. No podriamos manejar la bendición si llegase de forma prematura. Dios quiere que seamos santos. El carácter es tan importante para Dios.
    “Si no como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo(1 Pedro 1:15-16).
  • A Dios le importa – Mi amigo misionero que no creía que Dios contestase oraciones se estaba perdiendo una gran verdad acerca de Dios, y esa es el hecho de que a Dios le importa. Él quiere contestar tus oraciones. Su amor es profundo y no falla.“Mas yo en tu misericordia he confiado: Alegraráse mi corazón en tu salud. Cantaré á Jehová, Porque me ha hecho bien(Salmo 13:5-6). 

Hay muchas formas para ayudarte a incrementar tu pasión y ferviente perseverancia en la oración. La alabanza y la adoración proveen la atmósfera para la oración ferviente. Pedirle a los demás que oren específicamente con respecto a tu perseverancia y orar conjuntamente con otros puede activar tu fe y tu fervor. La sensibilidad al Espíritu Santo conforme te guíe en la oración te ayudará a orar fervientes oraciones enfocadas y que den en el blanco. Mi fervor y perseverancia en la oración aumenta cuando busco a los perdidos o salgo en viajes misioneros. Veo las necesidades cara a cara. Vivir una vida equilibrada y conseguir suficiente sueño puede también ayudar.

También ayuda saber el que la oración ferviente y perseverante no es siempre audible o emocional. J. Hudson Taylor, el famoso misionero para China, es un gran ejemplo para nosotros. Él estableció más de 200 emplazamientos misioneros, entrenó a más de 700 trabajadores chinos, desarrolló una iglesia china de alrededor de 125.000, bautizó a casi 50.000 chinos y ayudó a traer a cientos de misioneros al campo de las misiones.

Éste era un misionero que confesaba que su corazón a veces parecía de madera cuando oraba. Su fervor en la oración no era exterior sino perseverante. Su pasión interior y perseverancia en la oración trajo grandes resultados.

Muchos de nosotros estamos viendo las Olimpiadas. ¿Porqué no estar con Dios en las Olimpiadas en tu vida de oración? Aquellos atletas que llegan a las olimpiadas han practicado una y otra vez durante años. Ellos han aprendido a perseverar cuando nadie les estaba viendo. La mayoría de ellos han tenido pasión por un deporte, y se han enfocado en ese deporte sin variar, ya sea patinaje, esquiar, etc.

¿No podríamos nosotros hacer lo mismo con la oración? ¿No podremos llegar hasta el final y conseguir una medalla de oro ante el asiento del juicio de Cristo debido a nuestra ferviente y apasionada perseverancia en la oración?

Quiero afirmar tu llamado a la oración y animarte para que vayas a por el oro. Tienes una nube de testigos en el Cielo que ahora mismo te están animando. ¡Ve a por todas! Dios contestará tus oraciones aquí en la tierra, pero la verdadera bendición será cuando llegues a la línea de meta y después te enteres en el Cielo de la forma en la que Dios usó todas tus oraciones para Sus propósitos eternos.

Como Pablo, corramos para asirnos de este momento en oración. Que digamos como Jacob, ‘No te soltaré hasta que me bendigas’. Nuestra ferviente y apasionada perseverancia en la oración nos traerá el premio.

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos á la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como á cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire: Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros, yo mismo venga á ser reprobado(1 Corintios 9:24-27).

 

By Debbie Przybylski
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Criando Jóvenes Guerreros de la Oración

7-2

“Cuando entrenamos a nuestros hijos a orar debemos empezar enseñandoles porqué y como oramos. Pero enseñarles como es más que indicarles los hechos; esto será vacío e inefectivo a no ser que nosotros mismos estemos entregados a la oración. Si llegamos al lugar de madurez en la oración en el que la oración es un amor verdadero y vivo de nuestras vidas, nuestra enseñanza saldrá de nuestro ser más profundo, de nuestros corazones… si nosotros mismos tenemos una pasión para la oración, cuando oremos nuestros hijos se contagiaran de la misma pasión.” Rick Joynor

¿Somos conscientes de que Dios está criando jóvenes guerreros de la oración?

Los niños están aprendiendo a orar de forma muy poderosa. Existe un creciente énfasis en los ministerios y en las iglesias para entrenar a los niños a orar. Lo increíble acerca de los niños es que tienen una fe simple, aniñada. Este tipo de fe es lo que se necesita desesperadamente en el movimiento de la oración. Los niños se limitan a creer. Oran partiendo de corazones que confian. Dios les revela la verdad a ellos.

Necesitamos entrar en las poderosas oraciones de los niños. Podemos aprender humildemente de su fe aniñada y confiar.

Y dijo:De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe’” (Mateo 18:3-4).

La Biblia nos habla de varios niños que tuvieron un corazón para con Dios y para la oración. Jesús mismo quería estar en la casa de su Padre cuando tenía doce años. Josias fue un rey a la edad de ocho años que se volvió a Dios de todo corazón, alma y fuerzas (2 Reyes 23:25). Samuel oyó la voz del Señor cuando era niño. Mientras tanto, el joven Samuel iba creciendo y haciéndose grato delante de Dios y delante de los hombres” (1 Samuel 2:26).

“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: ‘Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños’” (Mateo 11:25).

Los niños necesitan que se les inculque la oración. Si queremos estar sintonizados con los planes de Dios para estos tiempos, debemos hacer el esfuerzo de entrenar a nuestros hijos en el ministerio de la oración. Este entrenamiento en la oración debe proceder de la pasión de nuestros corazones. Debemos estar dedicados a la oración. Debemos modelar nuestra relaciónde amor con Dios para que sea como la de niños. No funcionará el hablarles acerca de la oración y no practicarla nosotros mismos.

He sido bendecida personalmente durante cultos de alabanza al ver a pequeñas niñas siguiendo a adultos en sus bailes en la alabanza y la adoración. Sus bailes glorificaban a Dios y bailaban con increíble soltura conforme miraban y aprendían de los adultos. “De la boca de los niños y de los que aún maman, fundaste la fortaleza (Mateo 21:16).

También he sido bendecida cuando se ha permitido a niños que se portaban bien el quedarse en el culto de la tarde aunque a veces duraba hasta tarde. Traian sus sacos de dormir y sus almohadas, libros y lapices, y se quedaban dormidos junto a sus padres cuando se hacía tarde. Estoy segura que era mucho lo que aprendían cuando miraban y participaban en la alabanza y la oración.

“Entrenar es mas que enseñar. Puedes enseñar a un hombre a volar un avión partiendo de los libros, pero hasta que haya cogido los mandos y haya experimentado el vuelo real, nunca será piloto. Entrenar es combinar la enseñanza con la experiencia. Al preparar a nuestros hijos para la vida, necesitan más que solo enseñanza. Necesitan entrenamiento.” Rick Joynor

Cultivar la Oración en los Niños

“Cuando los adultos enseñan a los niños a orar, debieran animarlos a seguir haciendo lo que hacen por naturaleza: mantener un acercamiento simple y conversacional a la oración.” Alvin Vander Griend

  • Animar a los niños a orar – Enseñarles a hacer oraciones cortas de una frase, especialmente a los mas jovenes. Ayudarles a entender que están desarrollando una profunda relación de amor con Dios.
  • Orar juntos como familia – Hay varios buenos libros para devocionales familiares. Asegurarse de que los niños oran durante estos momentos. Animar a las familias a convertirse en faros de oración en sus barriadas, y asegurarse de que los niños sean incluidos.
  • Enseñar la oración a través de modelos – Los niños aprenden mirando y observando. Crecen en la oración viendo que los adultos hacen de la oración una prioridad. Ellos lo copian todo. Aprenden de nuestras actitudes y acciones. Captan el entusiasmo para la oración de nuestras vidas.
  • Enseñar a los niños a orar juntos – Ayuda a proveer un ambiente de aceptación en la oración de grupo. Afirma sus oraciones. Déjales ver que oras por ellos.
  • Ayuda a los niños a que aprendan a oír a Dios – Ayúdales a crecer en la oración silenciosa. Enséñales a escuchar la quieta voz de Dios.
  • Haz caminatas de oración en la barriada con tus hijos – Ellos conocen la zona y pueden a menudo saber como orar por sus amigos y por las familias de sus amigos. Haz pequeñas caminatas de oración con tus hijos. Se consciente de que Dios puede abrir contactos divinos a través de ellos.
  • Dale a los niños asignaturas especiales de oración – Enséñales a orar por su escuela, por los enfermos y por los amigos que no son salvos. Deja que los niños den testimonios de oraciones contestadas.
  • Invita a los niños a que oren en la iglesia – Pueden orar en la escuela dominical y el otras reuniones de oración. Permiteles participar, porque los niños aprenden involucrandose. Es bueno para las reuniones de oración de la iglesia el que sean intergeneracionales. Todas las edades deben estar involucradas en la oración en la iglesia.
  • Planea eventos de oración e incluye a los niños en ellos – Los niños aprenden haciendo las cosas. Permíteles experimentar la oración. A ellos les gusta usar sus sentidos para ver, tocar, gustar, sentir y oír.
  • Enseña a los niños a que oren por su país – Sé creativo y usa mapas, fotos, etc. Para ayudarles a ver por qué están orando. Enséñales a orar por misioneros y a adoptar países como asignaturas de oración.
  • Empareja a los niños con adultos y jóvenes – Aprenderán muchísimo acerca de la oración de esta forma. Se consciente de que los adultos aprenden muchísimo de los niños en la oración también. Deja que los niños sean parte del ministerio de oración en la iglesia.
  • Enseña a los niños a leer y orar la palabra de Dios en voz alta – Aprenden la Biblia y comienzan a orar lo que está en el corazón de Dios. Aprenden a hacer oraciones Bíblicas.
  • Permite algo de diversión durante la oración – En su libro Cuando los niños oran, Cheri Fuller dice, “Recuerda que los tiempos de oración no tienen porque ser todo trabajo y nada de juego. Los niños pasan con facilidad de la seriedad de la oración al juego y la risa. Así que si llevas a los niños a una caminata de oración, para también en un parque infantil para que se monten en columpios, o pasa por una heladería.”
  • Enseña a los niños buenos hábitos de oración – Muéstrales variedades en la oración como el unir las manos, arrodillarse, y elevar las manos en alabanza. Enseñales a prestar total atención a alguien que está orando, enseñales a cerrar los ojos, etc.
  • Anima a los niños a hablar con Dios acerca de todo – Enséñales que la oración no es solo pedir cosas, sino también alabar y dar gracias. Enséñales a confesar sus pecados a Dios.

En orden de movernos adelante con lo que Dios tiene para nosotros en el movimiento de oración, debemos empezar a poner una alta prioridad en el entrenamiento de los niños en la oración y la intercesión.

“Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de él” (Proverbios 22:6).

“Enseñaremos mejor aquello que más amamos. No enseñaremos bien nada que no amemos nosotros mismos. El agua viva solo puede brotar de lo mas profundo. El propósito de entrenar a nuestros hijos es encender en ellos aquello para lo que fueron creados – amantes y adoradores de Dios… aquellos que tienen una pasión por Jesús, que siguen aprendiendo acerca de El, acercándose a EL, son las personas más contagiosas del mundo – infectarán a todo aquel que toquen con pasión por Dios, incluyendo a sus hijos.” Rick Joyner

By Debbie Przybylski
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La Más Grande Invitación

11705283_989926471070460_3465871511591201976_n“Estamos frente a una Persona real que nos extiende esta invitación del más alto nivel. Es una llamada al fervor que brota de la plenitud del amor. Al igual que sus ojos atravesaron la multitud de ancianos, Jesús convoca a cada corazón para salir de su letargo en una entrega de todo corazón a Dios. Él nos llama al único futuro previsible, la única perspectiva verosímil, si deseamos vivir en la plenitud de su grandeza para nosotros. Él nos llama a darle todo a El.” Dana Candler

Todo el mundo ama a una invitación. Una joven ama cuando su novio le invita a pasar el resto de su vida con él. A Los niños les encanta cuando su amigo les invita a una fiesta de cumpleaños. Todo el mundo le gusta ser invitado a una reunión o a una comida.

La verdad es que un gran número de personas en el mundo no se sienta amado. Situaciones de la vida dañan corazones. Muchos de nosotros nos sentimos no deseados o inadvertidos, pero hay alguien que nos invita a entrar en una relación íntima y poderosos más allá de todos nuestros sueños más preciados. Él es el amor incondicional y nos ama completamente.

Esto es para lo que usted y yo fuimos creados.

Dios te está ofreciendo una invitación. Es una invitación para usted personalmente de Dios, el Creador y sustentador del universo. Se trata de abandonarte a Él y aceptar esta invitación, no sólo por su salvación, pero ahora mismo. Se trata de una convocatoria divina a la entrega de todo corazón. Él quiere que usted acepte esta invitación plena y comprensivamente, sin compromiso. Se trata de entrar en el corazón de Dios en la oración con todo su ser. Él te invita a amarlo en todas las dimensiones de la vida sin reserva ni pesar. Él le invita a experimentar las profundidades de su corazón y el poder de Su vida (Efesios 3: 18-19).

El problema es que muchos hoy en día están viviendo una vida cristiana a medias. Después de haber hecho un compromiso hace años, han perdido su primer amor, y también la admiración y la alegría de conocer a Cristo (Apocalipsis 2: 4). Después de haber sido tentados por el falso brillo de este mundo, han caído profundamente en la apatía y el aburrimiento. La verdad es que el mundo nunca podrá cumplir los anhelos más profundos del corazón humano. Ir de compras sin fin y todas nuestras búsquedas materiales satisfará sólo por un corto tiempo. ¡Sólo Jesús satisface por completo! Dios nos quiere llevar a todos más alto en nuestro compromiso con lo que traerá la verdadera realización.

Durante este año, Dios quiere que usted descubra Sus ardientes deseos y los anhelos que consumen de Su corazón. Él quiere que entres en su corazón con el temor reverencial y la intimidad más profunda. Él quiere establecerte en fuego a través de la comunión con Él mismo. Dios te invita a entrar en los propósitos que él diseñó a través de toda la eternidad (Salmo 33:11). Esto no es una pequeña invitación. Es la invitación más grande que usted haya podido recibir. Afectará a todo en su vida. Se le dará el poder para vivir con éxito en los últimos tiempos.

Un joven rico decidió pasar un invierno en la hermosa isla de Bermuda. Había enviado su convertible Mercedes de ensueño allí, pero cuando llegó descubrió que el límite de velocidad en la isla estaba a sólo 20 millas por hora. Durante varias semanas recorrió alrededor de la isla a sólo 20 MPH en su coche deportivo de gran poder.

Un día él condujo detrás de un anciano en una pequeña motocicleta. Se puso tan frustrado que golpeó el pedal del acelerador y pasó junto al anciano a 40 MPH. Pero de repente el anciano se disparó por delante de él en su motocicleta. Así que el joven golpeó el acelerador y subió a 55 MPH. El anciano pasó junto a él de nuevo. Así que él airadamente corrió de nuevo a una velocidad temeraria para esta isla. Pero el viejo otra vez se disparó más allá de él.

El joven finalmente bajo la velocidad hasta detenerse a un lado de la carretera. El anciano se detuvo también. Absolutamente sorprendido por la velocidad de la moto, el joven se acercó al anciano y le dijo: “¿Qué clase de poder tiene usted en esa motocicleta?”

Él dijo: “No es el poder en mi motocicleta hijo. Mis tirante se trabaron en su parachoques!”

Dios te invita a entrar en su corazón en una relación más profunda este año. Él quiere que amarre sus tirantes en el parachoques de su amor. Él quiere que usted aprenda a apoyarse en su fuerza y capacidad a través de la oración. Él quiere que usted tenga una visión más amplia de su grandeza. Quiere potenciar su vida de una manera más profunda este año.

Muchos de nosotros nos estamos apoyando en nuestras propias capacidades, y carecemos de fuerza y poder en nuestra vida.

Tal vez usted se siente como el joven que iba a sólo 20 MPH. Usted sabe que hay más pero no puede agarrarlo. Usted no quiere una vida sin poder y sin sentido. Usted puede preguntar, “¿Cómo puedo atar a los tirantes de mi vida al parachoques del amor y el poder de Dios?”

Es a través de Su invitación a una relación. Él está llevando las cosas en orden a través de la obra y gracia de Cristo. Él te invita a colaborar con Él para ver la liberación de Divina voluntad en la tierra y la reunión de todas las cosas en el cielo y en la tierra bajo su jefatura (Efesios 1: 9-10). Esta será la suma de todas las cosas en Cristo. Esto debería crear en ti un sentimiento de temor reverente. Usted está invitado a una relación con el Dios del universo que quiere traerle a usted a sus propósitos eternos y trascendentes.

“Y yo oro para que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos el pueblo santo del Señor, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo, y de conocer el amor que excede a todo conocimiento – para que seáis llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios” (Efesios 3: 17b-19).

¿Acaso esto no crea en ti un sentido de destino para este año? ¿No te da un sentido de esperanza?

Una Oración Aceptando esta Gran Invitación

Señor, te doy gracias por tu invitación personal para mí. Te agradezco que desees tener una relación más profunda conmigo este año. Acepto esta gran invitación. Te agradezco que Tú me ames plenamente. Elijo abandonarme a Ti, y elijo entrar en la oración de todo corazón. Elijo amarte en todas las dimensiones de mi vida sin reserva ni pesar. Quiero experimentar las cosas profundas de tu corazón y el poder de tu vida. Quiero disfrutar de una intimidad activa contigo y comprender los sentimientos de tu corazón. Quiero descubrir tus ardientes deseos y los anhelos que consumen tu corazón para este nuevo año.

Ayúdame a conocer Tus propósitos que has diseñado por toda la eternidad. Aviva mi corazón en el fuego a través de la comunión contigo. Ayúdame a atar mis tirantes en el parachoques de tu amor. Elijo apoyarme en tu fuerza y habilidad. Me asocio contigo para ver la liberación de Tu voluntad divina en la tierra. Usted estás trayendo todas las cosas en el cielo y en la tierra bajo tu jefatura. Digo “Sí” a tu gran invitación a una intimidad más profunda contigo. Te doy gracias por Tu amor. En el nombre de Jesús, Amén.”

Cuando decimos “Sí” a esta gran invitación, Dios nos enseña a caminar a cabo día a día. Mirar y ver.

“La imagen radiante de la gloria del Padre ha llegado a encender un fuego en nosotros, un amor ardiente, un anhelo de consumir. No hay nada tibio sobre el Dios de la revelación. Siempre radical y total, nunca pues, El va a reducir en fracciones lo que espera de nosotros. Nuestra comunión debe convertirse en una llama de fuego, un éxtasis perpetuo. Estas palabras fuertes sonarán extrañas y exageradas sólo para aquellos que no han probado que el Señor es bueno. Ellos pueden haber estudiado y leído, pero no han bebido profundamente.” Thomas Dubay

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¿Cómo Modeló Jesús la Humildad?

12360117_1070125606383879_6428408339105537102_n“La revelación de Su gloria incluye ver a Alguien tan alto (trascendencia), que fue tan bajo (condescendencia), para traernos tan cerca (redención), porque somos tan queridos (Novia). El Dios Altísimo fue tan bajo, porque su tan grande deseo de asociarse con nosotros. Estamos impresionados por Su poder, abrumados por Su humildad, y confiados por su amor.” Mike Bickle

Si queremos ser personas de oración, debemos aprender a caminar en la humildad de Jesús. Jesús era humilde. Tal vez esta era su característica más destacada. Imagínese si usted fuera Dios, igual al Padre, compartiendo la gloria con Él, teniendo todos los privilegios de ser Dios, y entonces te convertiste en un hombre, y te quitas todos esos privilegios. “Él es la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). Imagínate llegar ser el servidor de todos y ser Dios escondido en la oscuridad de la humanidad.

Su humildad se expresó más cuando se hizo hombre y murió en la cruz. Él nunca insistió en sus derechos y privilegios para ser honrado, entendido o visto correctamente, sino que se despojó a sí mismo de su reputación. Él estaba contento de ser visto como ordinario y no buscó ser estimado. Piensa en abrazar una vida de debilidad, pobreza, vergüenza, falta de hogar, rechazo y dolor. Nos damos cuenta de esto cuando estudiamos Isaías 53 y vemos a Jesús como el siervo sufriente. Jesús tuvo la humildad de corazón.

“Por naturaleza, estamos preocupados con nuestra imagen y por ser reconocidos por nuestros buenos rasgos. Jesús abraza una posición donde todos le subestimaron totalmente a Él y a sus habilidades. Cuando lo vieron no vieron nada para distinguirlo. Él era totalmente normal en todos los sentidos.” Mike Bickle

Es fácil para nosotros decir que somos humildes y quebrantados hasta que llega la verdadera prueba, y se nos pone en una posición de humildad. Nos preguntamos, “¿Por qué no somos reconocidos?” No se siente bien. Reaccionamos y no nos gusta. Queremos ser importantes y a menudo somos tan orgullosos. Pero Jesús se hizo nada durante su vida en la tierra, y Él nos da su ejemplo para que podamos seguir en Sus pasos. De hecho, el único rasgo de carácter que Él proclamó acerca de sí mismo era su humildad. Jesús no se puso en humildad sólo para realizar una tarea en la tierra. La humildad es parte de Su naturaleza eterna. Al entender Su humildad, se debe producir admiración, inspiración y confianza en nosotros. En su humildad de corazón encontramos descanso para nuestras almas (Mateo 11:29).

Recuerdo una de mis primeras experiencias en el campo misionero. Me uní a un barco con otros 300, principalmente jóvenes, e íbamos a cambiar el mundo! El nombre de esa nave era Doulos. La palabra en griego significa “siervo” o “esclavo” y todos estábamos aprendiendo a ser siervos por Jesús. Estoy segura de que en ese momento no nos habíamos hundido en el significado justo de la palabra en la experiencia real. Todos nos fuimos al campo de la misión con las ideas de grandeza, tal vez alcanzaríamos millones para Cristo o iniciar un orfanato o un instituto bíblico o convertirse en un gran evangelista. Pero cuando llegamos, para nuestra sorpresa, fuimos asignados a los grandes trabajos—limpiando Sanitarios, arreglando la pintura, lavando los platos—y otros servicios de alto nivel muy similares.

Mi primer trabajo en ese barco era servir la comida en el comedor. Recuerdo algunas de las luchas iniciales por las que pasé al servir la comida una y otra vez en América del Sur sin tregua aparente. Teníamos que limpiar tan rápido como podíamos y prepararnos para otro grupo de hasta 300 personas hambrientas que venían a comer. Era bastante agotador para decir lo menos, y el problema de tener un trabajo humilde es que otros realmente te tratan de esa manera, y no te sientes muy bien en ese momento. El campo misionero no era tan glamorosa como siempre había imaginado.

Pero trabajar en el comedor causó una gran impresión en mi vida.

Poco después de unirnos a esa nave antigua construida en 1914, navegamos a mi país y uno de los estudiantes de mi Seminario Bíblico vino a bordo para comer en nuestro comedor. Cuando me vio, muy sorprendentemente preguntó: “¿Por todos los Cielos, qué estás haciendo aquí?” Después de todo, yo era graduada de la universidad con especialidad en Biblia y debería estar haciendo algo mejor que lavar los platos y servir los alimentos. Pero para ese entonces ya había conseguido una victoria considerable en mi corazón, y con mucho entusiasmo le dije acerca de cómo yo estaba aprendiendo acerca de la humildad y la forma de ser un siervo. No creo que él estuviera muy impresionado.

Un par de años más tarde, estaba de visita en nuestra base de misión en Inglaterra. Después de comer el almuerzo en el comedor, llevé mi bandeja hacia el lugar donde estaban apilados todos los platos sucios. Para mi sorpresa completa, ahí estaba mi amigo de la Seminario Bíblica detrás de la pila de platos para lavar. Lo miré con sorpresa y le dije: “¿Por todos los Cielos, qué estás haciendo aquí?” Él me miró con timidez. Estaba aprendiendo la lección importante de la humildad, y es una lección que debemos aprender una y otra vez durante toda nuestra vida.

Dios da gracia a los humildes—Él Odia orgullo. Él sólo puede utilizar los humildes. Debemos abrazar la lección más importante y aprender a vestirnos a nosotros mismos en esta noble prenda. Vamos a aprender a caminar en humildad y servir como lo hizo Jesús (Mateo 20:28). Jesús nos mostró su identidad central cuando se quitó el manto y se ciñó con una toalla, y se lavó los pies a sus discípulos (Juan 13). Jesús declaró que un siervo es más grande de todos (Mateo 23:11). Leemos en Mateo 20: 26-28:

“No es así con usted. Sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo—así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”

En 1986, dos barcos chocaron frente a las costas de Rusia en el Mar Negro. Cientos de pasajeros perdieron la vida, ya que fueron lanzados a las aguas congeladas. A través de la investigación de la causa de este desastre, se encontró que no era un problema de tecnología o incluso por la espesa niebla. Terquedad y orgullo humano fue la causa del problema. Cada capitán podría haberse evitado el uno del otro. Estaban conscientes de la cercanía del barco, pero ningún capitán quería dar paso al otro. Cada uno era demasiado orgulloso para ceder. Así que chocaron y cientos de pasajeros murieron como resultado. Su falta de humildad resultó en un desastre.

La intercesión no es una ocupación reconocida. La oración es generalmente inadvertido por las multitudes. Está escondida—nadie sabe de nuestras horas en la sala de oración. Se siente rebajado—es humillante porque justo en el medio de la sala de oración eres confrontado con el ejemplo de la humildad de Jesús. Usted comienza a probar algo muy importante acerca de Jesús, y ves tu propia falta, tu orgullo y pecado. Tu ego salta cuando pasa desapercibido. Todos queremos ser importante, pero es más importante ser agradable.

Jesús se hizo nada para que usted y yo para que pudiéramos ser libres. Tenemos que hacer lo mismo y aprender a abrazar la cruz. Él es nuestro modelo perfecto. Él fue obediente y Dios lo levantó alto y lo honró. Las naciones verán la humildad de Jesús en Su victorioso triunfo en su segunda venida. Filipenses 2: 8-11 dice:

“Por lo cual Dios también le exaltó y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.”

Dios pone un alto precio en la humildad de corazón. Él contesta las oraciones de los humildes.

  • ¿Estamos dispuestos a dejar a un lado toda nuestra fama terrenal, con el fin de obtener el mayor premio—Jesús mismo?
  • ¿Estamos dispuestos a ser humildes en esta vida y simplemente orar sin ser notados—sin fanfarria, ni reconocimiento, incluso a veces siendo mal interpretados
  • ¿Estamos dispuestos a caminar humildemente como Jesús para ganar mucho más en la eternidad?
  • “Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Lucas 14:11).

    La humildad es el fundamento de lo que Dios es, lo que El hace, y bendice para siempre. Podemos tomar un buen vistazo a lo que realmente significaba para el Rey de Reyes para nacer en un humilde pesebre, vivir una vida humilde, y morir una muerte desinteresada por nosotros. Él persiguió la mansedumbre y se inclinó tan bajo por cada uno de nosotros. Que la realidad de la humildad de Jesús cambié nuestras vidas para siempre. Aprendamos a caminar en humildad y diariamente vestirnos a nosotros mismos con la belleza de la humildad. Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (Santiago 4: 6).

    “La cosa más humilde que uno puede hacer es mirar a cómo respondió Jesús al sufrimiento y maltrato. Toda su vida fue ordenada alrededor del atributo de la mansedumbre. Fue su búsqueda más grande. Desde el momento en que nació el Padre estaba contemplando su propia humildad en la persona de su Hijo. El amor se muestra abiertamente así como Jesús fue más y más abajo. Cualquier persona que realmente ve al hombre Cristo Jesús y su mansedumbre se quedará sorprendido mirando el gran misterio. ¿Cómo puede Alguien ser tan fuerte y ser tan tierno para rebajarse como él se rebajó tan bajo? Viendo a Jesús como el gran santificador de las áreas de orgullo y de enojo en el corazón humano.”
    Allen Hood

By Debbie Przybylski
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